domingo, 6 de abril de 2014

PANTEÓN DE ROMA

Continuamos avanzando con la PEC de Arte Clásico, en este caso un breve comentario sobre uno de mis edificios favoritos, nada menos que el El Panteón de Roma. 

En el año 27 a.C., Agripa hizo levantar un templo en el campo de Marte dedicado a Augusto, el edificio sufrió bastantes desperfectos en el incendio del año 80, siendo restaurado por Domiciano, sin embargo un nuevo incendio en época de Trajano acabó por destruir el edificio, reconstruido por Adriano, cuya intención fue oponerse a la estética griega, conservando en su fachada una inscripción que alude a su fundación por Agripa. Su nombre vendrá motivado por tratarse de un templo que estará consagrado a distintas divinidades, albergando en los 7 nichos del interior otras tantas imágenes de dioses.

Supuso una gran innovación para la arquitectura religiosa romana de la época imperial, al tratarse de un templo de planta circular de 43,20 metros de diámetro y otros tantos de altura, cubierto por una cúpula construida con hormigón, al que incorpora el uso de un material ligero, cascotes de piedra de tufa, decorada con grandes casetones, con esta nueva tipología constructiva se le dotó de gran importancia al espacio interior del edificio y a unas nuevas variables para la articulación del espacio interior, que permitieron estos nuevos métodos de construcción. En el centro de la cúpula se abre un óculo cenital de 9 metros de diámetro, lo que tenía como representación simbólica del universo y la luz enviada por los dioses, empleándose el uso de la cúpula por primera vez para una construcción religiosa.


El peso de la cúpula se concentra en varios puntos, lo que permite abrir en los espacios intermedios del muro de 6 metros de espesor, formado por una serie de arco de descarga en su arranque y el resto es de hormigón recubierto de ladrillo, de capillas profundas, alternando grandes pilares con exedras semicirculares y rectangulares, sobre los que descansaba la cúpula, permitiendo que las columnas corintias de los nichos rectangulares fuera exclusivamente decorativas, dotando de solemnidad al espacio.